Ante
las elecciones catalanas, Juntos por España no ha presentado su candidatura
porque no dispone de las condiciones necesarias ya que carece de estructura y
organización para ello. Si bien, consideramos que ninguna de las candidaturas
representa en modo alguno nuestras ideas, ya que todas parten de un sectarismo
ideológico que no aboga por el interés de los ciudadanos, sino exclusivamente
por sus intereses partidistas, creemos oportuno recordar a nuestros afiliados,
amigos y simpatizantes, así como al resto de electores, que nuestra
organización respeta el derecho al voto, el cual debe ser libre, igual,
universal, directo y secreto. Dicho lo anterior, queremos aportar algunas
consideraciones a los catalanes: No nos une mucho con el PSOE de Pedro Sánchez,
pero tampoco con el PP de Nuñez Feijóo. Por ello, pensamos que los catalanes a
la hora de votar deberían valorar la gestión del equipo de gobierno de Esquerra
Republicana de Catalunya y su inestabilidad actual. También, deben valorar muy
bien que la alternativa de gobierno puede pasar por un escenario posible de un
gobierno en solitario del PSC-PSOE, apoyado por el PP, Vox y los Comunes-Sumar,
con Salvador Illa de presidente. Es decir, apelamos al PP de Alejandro
Fernández y Vox, para que faciliten un gobierno constitucional. Así mismo,
queremos poner el acento en que según las encuestas, Ciudadanos tiene escasas
posibilidades de conseguir un escaño. Respecto al partido de Abascal,
consideramos que es un engaño y un fraude: pues solo quieren que pisar moqueta
y tener sillones, es decir, ahora quieren aquello que antes parecían desear
suprimir. Primero querían eliminar las autonomías, ahora, sin embargo,
administran presupuestos autonómicos con idéntico propósito y de la misma
manera que el resto de los partidos del Sistema, además de querer solo que
desestabilizar la política institucional, sin aportar nada positivo a la
convivencia. Juntos por España no negociará nada con nadie. Estará dispuesta a
colaborar para mejorar la gestión pública en las comunidades autónomas, pero
sin contraprestación alguna. Nuestro objetivo es sustituir las autonomías por
un modelo foralista en las regiones con una tradición histórica, como es en el
caso catalán, a través de una mayor autonomía para los municipios y las
diputaciones, aprovechando, además, las nuevas tecnologías que nos lo permiten
hacer de manera fácil.
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